AntiFutbol
Cuando era pequeño, el fútbol me parecía un deporte divertido, con grandes emociones.
Cuando era menos pequeño, el fútbol me parecía un deporte con demasiadas pasiones, cansino.
Cuando era un poco mayor, el fútbol me parecía aburrido, lleno de trabas y pausas, vacío se sensaciones y deportividad.
Cuando fui mayor de edad, el fútbol no me gustaba.
Cuando escribo esto, el fútbol es parte de las cosas que odio.
Hinchas desmesurados, cifras desorbitadas, clubs como empresas sin valor humano. Una pelota que se ha hinchado tanto que ahora es imposible darle patadas. La última: lo que pasó ayer en León. Desalmados radicales de pensamiento político enfrentados a otra hinchada de diferente arraigo liberal. Reyertas, golpes, pedradas, cuchillos, sangre, ingresos, hospitales...
Deporte nacional, con permiso de los toros.