jueves, julio 28, 2005

Aquello que no hice

En ocasiones, cuando la cabeza repasa momentos del día o tiempos pasados, las cavilaciones burbujean en cada una de nuestras mentes. Paramos el tiempo y escudriñamos paso a paso aquello que no hicimos: esa frase, ese gesto, esa acción... Vivimos de nuestro pasado intentando definir como debería haber ocurrido o en su defecto, como no debería haber actuado. Son sensaciones que (arriesgándome a comentar) todos hemos sentido. La finalidad es buscar una experiencia, una perfección, una base a otra posible situación, pareja a la ya vivida. A menudo, este flash-back que realizamos en nuestro inconsciente, se apodera de nosotros. Nos atrapa y nos envuelve hacia un estado de embriaguez del cual su licor tiende a martillearnos con esa situación. Posiblemente, es lo que la gente denomina "comerse la cabeza". Debemos pues distanciarnos a un nivel más superior, a un escaño que nos permita analizar que detrás de esa frase, de ese gesto o de esa acción, vive una persona que hace de aquello que no hizo su recorrido para aprender en esta su vida. Nada es más sutil que reconocer errores y avanzar con ellos.

Perdón por aquello que no hice y os ha afectado a todos vosotros.

1 Comments:

At 8:44 p. m., Anonymous Anónimo said...

Parece que el arrepentirse de las cosas que hice, o que no llegué a hacer; el convertir la cabeza en una noria que no detiene su giro hasta perder la razón y el sentido; el pensar que ha sido mala o buena suerte, pero que las cosas podrían haber seguido un rumbo diferente si tan solo hubiera elegido un camino distinto... y aquí, entre tanta filosofía y entre tantos pensamientos y palabras también está la ciencia.
La teoría de los muchos mundos : existen infinitos mundos, y cada uno de ellos aparece cuando una persona de este universo ha de someterse a la toma de una decisión. Saber que hay infinitos mundos y que en alguno has tomado la decisión correcta a mi me tranquiliza.

 

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